Llegas a casa, cansada de trabajar…
La cocina sucia y la cena sin hacer, tu pareja arreglándose…
tú no entiendes nada y empiezas a mosquearte…
Esperabas la cena y a tu pareja con un plan tranquilo en casa…
Y de sopetón tu pareja te suelta que sale con sus amigos a cenar.
Tus demonios internos empiezan a querer salir por tu boca…
¿Cómo puede solo pensar en él? ¿Por qué no me lo ha dicho antes?
Te enciendes con preguntas en tu cabeza y cuando el te dice,
me voy…
tus demonios no aguantan más, tu cuerpo explota en tensión y empiezan a saltar…
“¡sólo piensas en ti!” “¡No me has preguntado qué quería hacer yo!”
“Somos una pareja, ¿Dónde está la relación de pareja aquí? ¿Y yo, has pensado que me apetece hacer?” “¡Es viernes por la noche, no te he visto en casi toda la semana!” “¿No quieres estar conmigo?”
Y así un sinfín más de reproches, hasta que él, cansado de escucharte, cierra la puerta y te deja con la palabra en la boca…
Ya sabes lo que pasa después…
En escenas así he estado inmersa años de mi vida..
Frustración, impotencia, complacencia, enojo, tristeza..
¿Te suenan estos sentimientos?
Un día me di cuenta que algo en mi debía cambiar para poder estar en pareja... Todo me irritaba, todo me parecía mal...
Pedí ayuda y, paso a paso, aprendí a escucharme de verdad: a escuchar mi cuerpo, mis emociones, y a reconocer mis necesidades sin miedo.
Me di cuenta de que las dinámicas con mi pareja no eran solo el resultado de nuestras diferencias, sino que eran el reflejo de mis propias heridas del pasado, esos miedos y creencias que había cargado desde mi infancia.
Me atreví a mirar esas heridas de frente, a explorar mi historia familiar y a soltar el peso que llevaba sin siquiera darme cuenta.
En 2018, emprendí un viaje sin regreso a Senegal que cambió de nuevo mi vida…
Lejos de todo lo conocido, me encontré a mí misma de una manera que nunca antes había experimentado.
Me vi a mi misma como nunca antes lo había hecho, en situaciones extremas desde mis polaridades. Y acepté todas esas partes diferentes que habitan en mí.
Y encontré el amor, un amor desde la calma, donde podía ser yo desde el respeto hacía mí misma y el otro. Un amor que trajo consigo a mis dos hijos.
Y no, no es una relación perfecto, los retos siguen ahí. Pero ahora sé como mirar mis heridas y no dejar que controlen mi vida.
Hoy, he aprendido que el verdadero cambio empieza desde adentro y que cada desafío puede ser una oportunidad para crecer y sanar.
Mi misión es ayudarte a que tú también puedas liberarte del dolor que afecta tus relaciones. Sé lo que es sentirse atrapada en patrones que parecen no tener salida, pero también sé lo que significa renacer y vivir desde la autenticidad. Te guiaré en tu propio viaje hacia la sanación y la conexión contigo misma.
¿Estás lista para dar el paso?
Llevo más de 15 años en el ámbito del crecimiento personal (si quieres puedes ver mi recorrido aquí), y he creado un método único que te ayudará a transformar tus relaciones en tres fases:
¿Estás lista para dejar atrás el dolor y empezar a vivir desde la autenticidad?
Estoy aquí para acompañarte en tu propio viaje de descubrimiento, para que puedas liberarte de las viejas heridas y crear relaciones llenas de amor y paz genuina. Juntas, transformaremos tu vida desde la raíz, para que vivas en plenitud y verdadera conexión contigo misma y con los demás.
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